lunes, 18 de mayo de 2009

El Día de San Patricio II o “¿Dónde estás que no te veo?”

Cuando las palmas inavdían la sala por tan memorable interpretación, el Cuzquito desapareció. Su ausencia se hizo evidente cuando la gente reclamaba eufórica a Tony Montana. Está en el baño, dijo alguien. Y seguimos celebrando. 45 minutos después, intuímos que algo iba mal. La puerta estaba cerrada por dentro, la luz se veía prendida por la ranura de la puerta, pero él no respondía a los llamados. Tocamos y tocamos. El Cuzquito se había encerrado en el único baño de la casa (para profundizar en este tema, ver el post RO PI TA). De pronto se le escuchó responder: “Ocupaaado”. Con la poca paciencia que quedaba, en decidido tono militar, le exigí que abriera la puerta. Tras algunas murmuraciones quejumbrosas, se empezó a escuchar movimiento. En efecto, el Cuzquito se disponía a abrir la puerta del baño. Por fin, lo escuché decir, confundido y algo molesto: “Ros, ¿dónde estás?”. El Cuzquito había abierto una puerta, la de la ducha, y yo no estaba ahí. Le pedí concentración, sigue la bulla, le dije. Lo hizo. Abrió. Acto seguido, se bajó los pantalones y se sentó en el water. Al parecer, lo había interrumpido. La razón por la que no abría era porque, pantalones abajo, se había quedado dormido, ahí, sentadazo.

No hay comentarios: