Nueva historia de amor y odio entre Cuzquito y su celular: aquel infierno florido, calabozo de aire. Íbamos varios dentro de un taxi camino a Miraflores y el Peluche recibe la llamada de su hermana menor.
- Aló...
- Oye, ¿estás tomando?
- Sí, sí, te escucho... pero tranquila...
En eso logramos distinguir las siguientes palabras en el llanto de su hermana:
- ¡Lo que pasa es que estoy acá tomando unas chelas con unas amigas, y he descubierto que DIOS no existe!
No podía ser de otra manera. Cuzquito respondió filosóficamente.
- Jaja, pero si hace raaato que yo te he dicho esa huevada. Nietzsche lo mató y los cagó a todos...
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